No hay nada capaz de resistirse a las palabras. Desde el inicio del todo el hombre ha hecho uso de la palabra, ya sea para obtener, comunicar, recibir, subyugar, ordenar, proclamar; para todo fin.
El cortejo, los memorándum, las órdenes, las peticiones, las cartas, las invitaciones, los sms, las líricas… todo conlleva un uso del lenguaje.
Es preciso conocer el poder de las palabras, simplemente nuestras vidas serán mejores.
¿Acaso no utilizan los políticos la palabra? ¿Las noticias e informaciones manipuladas? Son grupos ejemplares sobre el poder de la palabra.
Por qué no he de llorar, La Celestina, Romeo y Julieta, ¿No evocan la desgracia, el amor, el destino y un sin número de emociones bipolares mediante la letra?
Nos encantan los libros por lo que nos hace sentir, la poseía, el romanticismo si nos centramos en un punto del tema.
La palabra nos transforma, nos afecta, nos desune de otros, nos categoriza, nos marca o desmarca. Es necesaria, es obligatoria.
Hagámoslo, ¡usemos el poder brindado!
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Echándolo Fuera 